jueves, 26 de junio de 2008

La Mujer Romana en la civilizacion romana


La mujer etrusca, al contrario de la griega o de la romana, no era marginada de la vida social, sino que participaba activamente tomando parte en los banquetes, en los juegos gimnásticos y en los bailes.
La mujer además tenía una posición relevante entre los aristócratas etruscos, puesto que estos últimos eran pocos y a menudo estaban involucrados en la guerra: por esto, los hombres escaseaban. Se esperaba que la mujer, en caso de muerte del marido, asumiría la tarea de asegurar la conservación de las riquezas y la continuidad de la familia. También a través de ella se transmitía la herencia
En el mundo antiguo, al igual que sucede en la actualidad, hay «muchos elementos de misoginia, pero también de liberación de la mujer, sobre todo durante el Imperio Romano». Entre los elementos de misoginia en el mundo grecolatino, ha mencionado conceptos como que «las mujeres nacen de los animales y tienen poco de bueno», una situación negativa que comenzó a cambiar hacia el siglo III antes de Cristo y que era ya mejor aún durante la época imperial romana. En este sentido, en aquellos días las mujeres ya podían testar y divorciarse, la natalidad era menor y había más libertad para mantener relaciones amorosas, se trataba de mujeres «muy modernas».

podiamos decir en gemeral que esta no era de total parcititativa en la politica pero si dada opinines repecto a esta y podia expresarse segun cuando comvenia especialmente las nobles

miércoles, 18 de junio de 2008

La familia de la civilizaciòn Romana




El romano en su casa era dueño absoluto de su familia y de sus esclavos. La autoridad paternal era muy grande, y durante mucho tiempo tuvo el padre derecho de vida y muerte sobre los suyos. En la ciudad era ante todo un ciudadano. Se dedicaba, los negocios públicos. Si era acaudalado, recibía por la mañana a sus clientes, escuchaba sus peticiones y les distribuía consejos o socorros. Después iba al Foro, donde tomaba asiento en el senado o en el tribunal.


Si era pobre, se inscribía como cliente de un rico, lo escoltaba en público y lo sostenía con su voto en las elecciones. Las distracciones eran raras. Por la tarde jugaba a la pelota o iba a los baños que eran, como el café moderno, la cita de los ociosos. Sólo algunas procesiones religiosas y algunos juegos del circo alteraban a veces la monotonía del año. Esa vida convenía a un pueblo de propietarios rurales; pero las costumbres fueron modificándose muy de prisa en Roma como se verá más adelante, hasta que en la época del Imperio se convirtió en verdadera ciudad de placeres. La familia en la republica: El fundamento del estado romano era la familia, y el de la familia, el matrimonio.


Cuando los patricios eran los únicos ciudadanos, sólo existía un matrimonio, el matrimonio religioso, la confarreación, que consistía en ofrecer un sacrificio esparciendo farro sobre la víctima y en comer después los esposos una torta de farro. Esta ceremonia la presidía el flamen de Júpiter. En seguida, la esposa vestida de blanco y cubierta la cara con un velo rojo, era conducida a son de flautas y cánticos a casa del esposo, que la hacia transponer el umbral levantándola en vilo, para simular un rapto. De esa manera la separaba de los dioses de su propia familia y la unía a los de su nueva casa.Cuando los plebeyos conquistaron la igualdad, se instituyó para ellos un matrimonio civil, la coemptio, que fué substituyéndose poco a poco por el matrimonio religioso. Consistía en una venta simulada hecha delante de un magistrado: el esposo tocaba una balanza con una moneda de cobre que seguidamente ofrecía a los padres de la prometida, como precio de su mujer. Las mujeres tenían una dote que el marido habla de devolver en caso de divorcio; y los divorcios, raros en su origen, fueron aumentando a medida que las antiguas costumbres iban alterándose. Primitivamente, el marido podía, en virtud de su derecho de jefe de familia, repudiar a su mujer. La mujer, a su vez, pudo más tarde pedir la separación. El filósofo Séneca, en tiempo del Imperio, decía indignado: e Las damas nobles se divorcian para volver a casarse, y contraen nuevo matrimonio para divorciarse otra vez.

La familia romana estaba compueata por los hijos, esposas, el pater familias, los clientes y esclavos

LOS HIJOS

Recibía el apellido del padre, es decir era reconocido por éste una semana después de su nacimiento, el día llamado de la purificación. Era generalmente criado y educado por la madre, hasta el momento en que iba a la escuela. Se le suspendía al cuello una bolsita o bula, que contenía amuletos contra el aojo, y que conservaba hasta el día en que abandonaba la toga pretexta para ponerse la viril. Esta ceremonia de la mayor edad se verificaba ante el altar de los lares, cuando tenía diez y siete años; pero aun declarado mayor de edad, continuaba bajo la potestad de su padre.


El PATER FAMILIAS

Era el dueño legal del hogar y de todos sus miembros. En una sociedad patriarcal típica de la Antigüedad él era el que trabajaba para sostener la casa y tomaba las armas en caso necesario para defenderla y por tanto era la pieza sobre la que giraba toda la familia. Era él el que tenía la responsabilidad de dirigirla de manera adecuada s sus intereses no sólo dentro de la propia unidad familiar, sino de la gens a la que pertenecía y a la que estaba unida por vínculos sagrados.


LA ESPOSA

Romana tenía más libertad que la esposa ateniense clásica y mucha más que durante épocas posteriores. Sobre la situación de la mujer es necesario decir que las sociedades entonces eran patriarcales, es decir, su base política, económica y militar era masculina, el hombre era el que aseguraba el sustento de la familia y de la sociedad entera con su trabajo y el que la defendía con las armas en caso de guerra, por lo que su papel era preponderante.


LOS CLIENTES

Estaban considerados como una parte especial de la familia ya que la clientela era una institución muy arraigada en la sociedad romana. Las familias importantes se vanagloriaban del número de clientes que tenían y su prestigio y poder dependían en buena parte de ellos.
Un cliente era un romano que se encontraba bajo la protección de otro. A finales de la República prácticamente todos los romanos eran clientes de otros romanos que a su vez lo eran de otros.

LOS ESCLAVOS

Formaban parte de la sociedad romana y de todas las sociedades de aquella época, y desgraciadamente de otras épocas también. La esclavitud en aquellos tiempos era algo completamente normal, los esclavos lo eran porque habían sido derrotados en una guerra, porque habían sido vendidos por no haber podido hacer frente a las deudas, por castigo legal o simplemente porque nacían de padres esclavos